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Desarrollo de líderes coaches

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico “La Estrella” y hace parte de una columna quincenal de la ICF Capítulo Panamá para difundir que es el Coaching profesional. Busca informar, crear más consciencia y diferenciar el coaching profesional, en que el Coach se por rige principios éticos y está continuamente mejorando sus competencias.

Mira el artículo original en este link.

 

Las tres principales modalidades de Coaching utilizadas en las organizaciones son:

  • Coach externo, profesional con formación en coaching que es contratado por la organización para procesos específicos de forma puntual o continua.
  • Coach interno, profesional con formación en coaching y que lo práctica adentro de una sola organización, siendo parte de su personal.
  • Líder Coach, gerente o supervisor que utiliza herramientas, competencias de coaching en su rol como líder.

 

Algunos de los retos del líder coach son:

  • ¿Cómo puedo hacer coaching eficazmente a todos mis colaboradores de forma individual en el tiempo limitado que tengo en mí día a día?
  • ¿Cómo puedo hacer esto “virtualmente”?
  • ¿Cómo puedo mejorar continuamente mis competencias?
  • ¿Cómo utilizo herramientas de coaching con mi equipo colectivamente para que puedan aplicarlas entre sí y podamos crear una cultura de desarrollo de equipos?

 

El líder para desarrollarse como líder coach necesita de tener formación específica para el efecto, que permita el desarrollo y aplicación de competencias de coaching en la organización de una forma ética y profesional.

 

La base para una formación en coaching son las 8 competencias definidas por la ICF – International Coaching Federation, divididas en 4 grandes grupos:

 

  1. Competencias fundacionales o Cimientos
    1. Demostrar práctica ética
    2. Encarnar uma mentalidad de coaching
    3. Co-Crear la relación
    4. Establecer y mantener acuerdos
    5. Cultivar confianza y seguridad
    6. Mantener presencia
    7. Comunicar con efectividad
    8. Escuchar activamente
    9. Evocar conciencia
    10. Cultivar aprendizaje y crecimiento
    11. Facilitar el crecimiento de cada cliente

 

Esta es una descripción muy breve de las competencias por la autora para efectos de este artículo, siendo que para una definición más amplia y precisa recomendamos consultarlas en la página de la ICF:

 

  • Demostrar una práctica ética, comprendiendo y aplicando consistentemente la ética y los estándares del Coaching.
  • Encarnar una mentalidad de Coaching, abierta, curiosa, flexible y centrada en el coachee.
  • Establecer acuerdos claros con el coachee, y con los diferentes stakeholders, en los casos en que aplique, sobre la relación y conversaciones de coaching, proceso, planes y metas, entre otros.
  • Cultivar la confianza y la seguridad, creando en asociación con el coachee un entorno seguro y de apoyo que le permita compartir libremente, en una relación de respeto mutuo y confianza.
  • Mantener la presencia, brindando toda su atención al coachee, empleando un estilo abierto, flexible, basado y confiado.
  • Escuchar activamente, enfocada en el que el Coachee está o no está diciendo, para una comprensión completa en el contexto de los sistemas del Coachee, apoyando a la autoexpresión del cliente.
  • Evocar la conciencia, facilitando la comprensión y el aprendizaje del coachee mediante el uso de herramientas y técnicas como preguntas poderosas, silencio, metáforas o analogías.
  • Facilitar el crecimiento, para transformar el aprendizaje, el conocimiento y la visión en acción, promoviendo la autonomía del coachee.

Para un desarrollo más efectivo de las competencias de coaching contribuye el apoyarse en el proceso de formación con coaches profesionales, con mentores y/o supervisores, y a nivel interno con pares y con sponsors que promuevan el desarrollo de una cultura de coaching en las organizaciones.

 

Los líderes a través de la utilización de las herramientas de coaching aportan al cambio en la cultura, potenciando un enfoque en soluciones, no en problemas. También promueven el desarrollo de la comunicación y de las relaciones, y una mejora en la confianza y en el compromiso de sus colaboradores. Por último, el uso de herramientas de coaching ayuda a que los colaboradores se empoderen, se enfoquen en soluciones y  busquen apoyo para resolverlos por ellos mismos.

 

Los estudios a nivel internacional muestran que el coaching es clave en el desarrollo de equipos de alto rendimiento.

 

Autor: Fátima Ribeiro

La autora es ACC (ICF Associated Certified Coach), Coach en procesos de desarrollo profesional, liderazgo y equipos y miembro de la Directiva de ICF Panamá.

Se buscan líderes éticos y comprometidos con el desarrollo sostenible ¿Te apuntas?

Articulo publicado originalmente en la Revista Competitividad Ejecutiva – Pág. 14

 

Reflexionado en lo que pasa actualmente en muchos de los países de Latinoamérica y del globo y en la evolución de la tecnología en un mundo cada vez más volátil, incierto, complejo, ambiguo e hiperconectado, “VUCAH” en sus siglas en inglés, creo que la mayor amenaza para nuestra sociedad no es la evolución tecnológica acelerada.

La mayor amenaza es la disminución de confianza en las instituciones y en las empresas, la mayor amenaza es la existencia de insuficientes líderes, que creen, que practican ética y valores, que tengan liderazgos caracterizados por la transparencia y generen confianza, que asuman su “contrato de liderazgo”.

La tecnología trae retos de adaptación y digitalización de procesos, alteraciones de estructuras productivas y modelos de negocio diferentes, retos de capacitación de la fuerza laboral y de identificación y desarrollo del talento, retos a los sistemas educativos y retos de alteración de políticas públicas, pero en sí no es una amenaza.

Es sí una oportunidad de desarrollo, de productividad, de eficiencia y de mejores condiciones de vida. Es una oportunidad si nos predisponemos al cambio, a salir de la zona de confort y enfrentamos los retos con tenacidad y visión, como sociedad, como empresa y como individuos

Las sociedades más desarrolladas fueron construidas con base en la confianza, en la cooperación en el respecto de los derechos humanos, en el creer que, si te esfuerzas, trabajas y colaboras logras mejorar la calidad de vida.

El ejemplo y la esperanza en un mejor futuro son fuertes motivadores a la acción, a que demos el mejor de nosotros mismos.

Esa confianza se está erosionando, en muchas sociedades de América Latina los índices de calidad institucional revelan baja calidad institucional en comparación con los países con mayor éxito a nivel mundial.

Según datos del Banco Mundial, en una presentación del BID en el Foro Económico 2018 de APEDE, la calidad institucional de los países considerados exitosos es de un promedio de 6.1 en comparación con un valor de 1 para Panamá. En el índice de competitividad de 2018, Panamá globalmente clasificó en la posición 64 en 140 países y, en adición a lo anterior, está en la posición 80 en el índice de corrupción.

Las expectativas sobre los líderes son cada vez mayores y los problemas sociales en el mundo son más complejos. Los líderes están actualmente más expuestos al escrutinio de los medios de comunicación y de las redes sociales. La sociedad busca líderes que asuman sus responsabilidades, que puedan enfrentar los retos y liderar el cambio. Líderes que sean un ejemplo que seguir, que, desde sus empresas, desde sus organizaciones o desde el servicio público trabajen para hacer de nuestro mundo, un mundo mejor.

Vince Molinaro, en su libro “El Contrato de Liderazgo”, un guía para ser un líder responsable y confiable expresa:

  • “El liderazgo es una decisión: tómela”
  • “El liderazgo es una obligación: asúmala”
  • “El liderazgo es trabajo duro: sea fuerte”
  • “El liderazgo es una comunidad: conéctese”

Cuando el líder asume estas cuatro componentes y las vive diariamente, será un ejemplo, un modelo que otros querrán imitar. El líder tendrá claro su obligación de crear valor para sus stakeholders, tendrá el coraje y la resiliencia para hacer trabajo duro. El líder trabajará en construir confianza y una cultura de liderazgo.

¿Te apuntas a asumir tu contrato de liderazgo?

 

Referencias:

  • Libro: Vince Molinaro, “El contrato de liderazgo – Una guía para ser un líder responsable y confiable”
  • Conferencia en Foro Económico de APEDE el 8 de noviembre 2018: Carlos Garcimartín, Economista jefe del BID, “La reforma del estado para una eficiente gestión pública y su incidencia en la competitividad del país”.