Entradas

¿Necesitamos cambiar para el 2022?

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico “La Estrella” y hace parte de una columna quincenal de la ICF Capítulo Panamá para difundir que es el Coaching profesional. Busca informar, crear más consciencia y diferenciar el coaching profesional, en que el Coach se por rige principios éticos y está continuamente mejorando sus competencias.

Mira el artículo original en este link.

 

Vivimos en un contexto en que el cambio ya no es un evento y sí una constante; en el que el parar, pensar y dedicar tiempo consciente al aprendizaje es cada vez más importante (al igual que difícil por el ritmo de vida) para enfrentar los retos del futuro.

 

Nos aproximamos del final de año de 2021 y les invito a pausar, reflexionar e integrar los aprendizajes y planificar el 2022.

 

¿Cómo es que los cambios nos están afectando como personas, familias, equipos y organizaciones?

  • ¿Qué vemos y acreditamos? ¿Qué pensamientos nos habitan? ¿En qué creencias nos estamos enfocando?
  • ¿Cómo trabajamos y nos relacionamos? ¿Qué alianzas, relaciones y conexiones estamos construyendo?
  • ¿Quién estamos siendo en los diferentes momentos, con diferentes personas y en diferentes contextos?

 

Traer a la consciencia cómo sentimos, pensamos y estamos impactando en nuestras personas de interés es importante en un proceso de aprendizaje y de cambio.

 

Complementariamente validar nuestra percepción, con la percepción de otros, en acciones periódicas de feedback y feedforward (sugerencias de mejora) de nuestras personas de interés.

 

Tener identificados nuestros valores, talentos, aspiraciones, patrones, ambientes en que florecemos, reacciones y el impacto en otros, nos trae un mayor nivel de autoconocimiento y autoconciencia y nos permite clarificar nuestras fortalezas y debilidades, percibir que nos diferencia, que barreras internas percibimos, que recursos necesitamos y que queremos aprender para potenciar nuestra propuesta de valor considerando las oportunidades y amenazas del contexto.

 

Identificar nuestros detonantes y percibir de dónde vienen los estímulos que nos impactan, nos ayuda a escoger los comportamientos que mejor sirven a nuestros objetivos, y a no utilizar la volatilidad emocional como herramienta de autogestión y en la gestión de los demás.

 

¿Dónde estamos en la curva del cambio? ¿En la negación, en la resistencia, en la aceptación, en el desarrollar capacidades, o comprometidos, invirtiendo el tiempo y los recursos en el proceso?

 

¿Y, qué pasa en nuestros equipos y organizaciones? ¿Cómo están reaccionando a los retos diarios, a la incertidumbre y al cambio? ¿Qué estamos mirando y co-creando? ¿Qué valor estamos creando?

 

Los ambientes de confianza, de seguridad psicológica, de altos estándares y responsabilidad, en los que el error es parte del proceso de aprendizaje, son propicios al aprendizaje, al asumir riesgos y consecuentemente más preparados para el cambio como una constante. Inversamente los ambientes de alto control, de micro gestión y baja seguridad psicológica se relacionan con ansiedad y estrés en situaciones de cambio.

 

Tener identificadas que comunicaciones estamos teniendo la mayoría de nuestro tiempo es también crucial en el contexto del cambio. ¿Estamos en el informar, decir y preguntar? ¿En el persuadir y negociar? ¿En el co-crear y transformar? ¿Qué mezcla de los tres tenemos actualmente y cuál nos gustaría o necesitaríamos de tener?

 

El propósito de una organización está cambiando, de crear valor para los accionistas a crear valor para todos los stakeholders. ¿Qué valor estamos creando para nuestros stakeholders internos y externos? ¿Qué nos dirían nuestros colaboradores, equipos, clientes, proveedores y otros stakeholders sobre el camino que recorremos y que tenemos que recorrer? ¿Que no podemos dejar de atender desde ya para hoy, para mañana y para el futuro, en este contexto de cambio como una constante?

 

Cada vez más el manejo de las polaridades es una constante. Algunos ejemplos de polaridades que podemos estar navegando son: resultados y bienestar; el hoy, el mañana y el futuro; gestión e innovación; ser estratégico y operacional; individualidad y diversidad. El desafío actual es manejar ambas polaridades simultáneamente. Es el liderazgo compartido. Es desarrollar una visión sistémica, reforzando relaciones, conexiones y alianzas.

 

Un proceso de coaching individual, ejecutivo, de grupos o de equipos, apoya entre otros, a crear nuevas posibilidades desde el propósito y visión de futuro, a identificar patrones, a adoptar una perspectiva de curiosidad, promoviendo la creatividad, la confianza, la experimentación y la responsabilidad. Un coach profesional, de acuerdo con su especialidad, tiene herramientas para apoyarte en este camino.

 

Autor: Fátima Ribeiro

La autora es Coach en procesos de desarrollo Profesional, Liderazgo y Equipos, ACC (ICF Associated Certified Coach), y miembro de la Directiva de ICF Panamá.

Comportamientos ineficaces en liderazgo

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico “La Estrella” y hace parte de una columna quincenal de la ICF Capítulo Panamá para difundir que es el Coaching profesional. Busca informar, crear más consciencia y diferenciar el coaching profesional, en que el Coach se por rige principios éticos y está continuamente mejorando sus competencias.

Mira el artículo original en este link.

 

En el proceso de desarrollo del liderazgo, a través del coaching ejecutivo, se pueden utilizar diferentes enfoques, según el contexto del líder y de la organización, las necesidades identificadas y los objetivos planteados.

Uno de ellos es el trabajar de afuera, de lo que es visible y percibido, como los comportamientos los comportamientos (del hacer) hacia adentro (el ser y el pensar), en un ciclo iterativo para potenciar cambios sostenibles en el tiempo.

Este enfoque es particularmente adecuado para líderes que perciben que comportamientos de liderazgo asociados con su éxito en el pasado pueden no ser los necesarios para lograr el éxito en el futuro, en contextos más complejos, ambiguos y cambiantes.

Este es un trabajo que se inicia con la identificación de los comportamientos del líder, de como este es percibidos por sus personas de interés o stakeholders, y del impacto de sus comportamientos en su organización y en el sistema más amplio. El trabajo sigue promoviendo la interacción del líder con sus stakeholders para integración de sus sugerencias de mejoría en un plano de acción, que se evalúa y adapta en un ciclo regular, facilitando simultáneamente el cambio de comportamientos y de percepciones.

La mayoría de nosotros mira cambios de comportamientos que otros deberían hacer, y estamos disponibles para proveer sugerencias de mejoría, pero en general no somos tan perceptivos de los cambios de comportamientos que nosotros deberíamos implementar y nos es difícil hacerlo en el día a día.

El impacto de nuestros comportamientos es significativo en las personas a nuestro alrededor, en nuestra organización. Este impacto crece con el nivel de responsabilidad de los líderes y con la dimensión de los stakeholders internos y externos que impactamos.

A la medida que un líder tiene éxito, este cambio de comportamiento es aún más difícil de hacer, pues lo asocia al éxito del pasado, no comprende que necesita nuevos comportamientos para tener éxito en el futuro.

Se pueden identificar beneficios de implementar cambios, pero no siempre estamos dispuestos a aceptar los costos, para dejar ir el comportamiento que ya no nos sirve, incluso podemos pensar y verbalizar, pero “yo soy así, siempre he sido así y siempre me ha funcionado…”. Esto indica que no nos queremos comprometer con el proceso, podemos no tener la humildad o el coraje para hacerlo.

Uno de los retos de los coaches es percibir cual es la disposición de sus clientes para trabajar los objetivos e implementar los cambios que se proponen. El éxito del proceso es responsabilidad del coachee con sus reflexiones, aprendizajes y acciones. El coach facilita el proceso y provee el estímulo, refuerzo y apoyo adecuados al logro de los objetivos.

Unos de los autores que más desarrolló e implementó este enfoque en los comportamientos es Marshall Goldsmith, reconocido internacionalmente como un líder de pensamiento en liderazgo, como coach ejecutivo y como autor de diversos best-sellers.

En su libro “What got you here won´t get you there” Marshall Goldsmith identifica 20 hábitos o comportamientos ineficaces en el liderazgo. Entre ellos podemos mencionar:

Ganar demasiado, o la necesidad de ganar en todas las situaciones, cuando es importante, cuando no es, y aun cuando es totalmente irrelevante. Este es el comportamiento identificado por Marshall Goldsmith como el desafío número uno para la mayoría de los líderes.

Otros comportamientos ineficaces relacionados son: el añadir demasiado valor, es decir, añadir nuestro granito de arena en cada conversación o discusión aun cuando no aporta valor; el retener información, para ganar ventaja sobre los otros; y el jugar a favoritos, para ganar aliados.

También resulta ineficaz el desvalorizar las opiniones expresadas por otros haciendo comentarios destructivos o sarcásticos; expresar negatividad, o “te voy a decir por que esto no funciona”; o una forma más inconsciente responder, a comentarios o sugerencias, con “no, pero, sin embargo…” retirando valor al que el otro está expresando.

Son aún comportamientos ineficaces el hablar con ira, utilizando la volatilidad emocional como herramienta de gestión y el no escuchar, el no estar presente de forma consciente para nuestras personas de interés, abogando falta de tiempo, exceso de trabajo, o el escuchar con una atención parcial por distracciones como el celular.

Para desarrollar comportamientos de liderazgo más eficaces, el cliente debe reconocer que necesita cambiar y comprometerse con el proceso. El coach desde sus conocimientos y experiencia, y en alianza con el cliente, promueve, entre otros, la autoconsciencia, la autogestión y la gestión de relaciones con las personas de interés.

 

Autor: Fátima Ribeiro

La autora es ACC (ICF Associated Certified Coach), Coach en procesos de desarrollo profesional, liderazgo y equipos, y miembro de la Directiva de ICF Panamá.

Inteligencia Emocional una herramienta en el Coaching

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico “La Estrella” y hace parte de una columna quincenal de la ICF Capítulo Panamá para difundir que es el Coaching profesional. Busca informar, crear más consciencia y diferenciar el coaching profesional, en que el Coach se por rige principios éticos y está continuamente mejorando sus competencias.

Mira el artículo original en este link.

 

En el proceso de coaching se utilizan conceptos y herramientas diversos para apoyo a los coachees, de acuerdo con el enfoque del proceso y a la formación y caja de herramientas de los coaches.

El concepto de inteligencia emocional es una de las herramientas que podemos utilizar.

Yuval Noah Harari, historiador y filosofo autor de libros como “21 lecciones para el siglo XXI” considera la inteligencia emocional y el equilibro mental como las dos destrezas imprescindibles para el resto de nuestra vida.

Daniel Goleman, uno de los pioneros de la inteligencia emocional, publicó en 1996 un artículo que aún hoy es considerado lectura esencial en Harvard Business Review en temas de liderazgo, llamado “¿Qué hace un líder?”

Este artículo enfoca el concepto de un líder emocionalmente inteligente en cinco elementos: autoconocimiento, autodisciplina, motivación, empatía y habilidad social.

Al autoconocimiento se asocian como principales características: la autoconfianza, una autoevaluación realista y un sentido de humor autocritico.

Las principales características de la autodisciplina son la fiabilidad e integridad, el estar confortable con la ambigüedad y la apertura al cambio.

La pasión para cumplir con los objetivos, el optimismo, aún en situaciones de fracaso, y el compromiso con la organización son las tres características principales en la motivación.

La habilidad para construir y retener talentos, la sensibilidad a diferentes culturas y el estar enfocado en el servicio a los clientes son las características de la empatía.

En la habilidad social el autor se refiere a la eficacia en el liderazgo del cambio, el poder de persuasión y la habilidad para construir y liderar equipos.

Mirando las características descritas, estas constituyen aún un modelo valido más de veinte años después de su expresión original. Lo que cambia es nuestro mapa mental y la forma u orden de importancia en los diferentes contextos.

El concepto de inteligencia emocional fue desarrollado más recientemente, con un abordaje muy práctico, por Travis Bradberry & Jean Greaves, los cuales definen dos grandes competencias, la personal y la social. En la competencia personal, es importante la autoconsciencia -reconocer emociones propias y tolerar malestar- y la autogestión – tolerar incertidumbre y perseguir objetivos, no necesidades-. En la competencia social, es importante la consciencia social -reconocer las emociones en otros, escuchar y observar- y la gestión de relaciones -gestionar las interacciones con éxito y reforzar conexiones.

Particularmente, considero bastante útil como herramienta en el coaching el modelo, desarrollado por el Dr. Reuven Bar-On y Jonathan y Leight Bowman-Perks, que considera como factores de inteligencia emocional, factores intrapersonales, conectados con la autoconsciencia y la autoexpresión, factores interpersonales de consciencia social e interacción, factores de manejo del estrés asociados con gestión emocional y control, factores de adaptabilidad y gestión del cambio y factores generales como la automotivación.

En el coaching estos modelos se pueden trabajar, por ejemplo, considerando las áreas o factores en que el coachee tenga oportunidades de mejoría, las áreas en que funcione ya de forma efectiva y las áreas en que tenga un desempeño superior.

El concepto de inteligencia emocional impacta de forma significativa en los comportamientos y relaciones y puede así ser trabajado usando alguno de estos marcos teóricos. Lo más importante en el proceso de coaching es la utilización de metodologías adecuadas a cada cliente, a los objetivos del proceso y los objetivos específicos de cada sesión.

El coachee puede utilizar su propia reflexión y/o incorporar la percepción de sus stakeholders o personas de interés, como familiares, amigos, compañeros de trabajo, como pares, jefes y miembros de su equipo, beneficiando al coachee de una perspectiva sistémica. La humildad, el coraje y la disciplina con el proceso impactan fuertemente los resultados.

El proceso en general se enriquece cuando el coachee se abre a la retroalimentación de sus stakeholders, en un círculo positivo de reflexión, integración de aprendizajes, escucha de sugerencias de mejoría, evaluación y acción.

Fátima Ribeiro, ACC

La autora es ACC (ICF Associated Certified Coach), Coach en procesos de desarrollo profesional, liderazgo y equipos y miembro de la Directiva de ICF Panamá.

 

 

Hábitos y Detonantes

El 17 de septiembre en un Linkedin Live hablamos de hábitos y detonantes que impactan nuestro liderazgo.

Sobre este tema te invito a escuchar la grabación y a leer el articulo “Tomando consciencia de nuestros detonantes” reproducido en el blog.

 

El 3 de septiembre conversamos también con Priscilla Solano en el programa Anexión TV en Costa Rica, sobre “Comportamientos que nos sirven”.

 

 

 

Tomando conciencia de nuestros detonantes

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico “La Estrella” y hace parte de una columna quincenal de la ICF Capítulo Panamá para difundir que es el Coaching profesional. Busca informar, crear más consciencia y diferenciar el coaching profesional, en que el Coach se por rige principios éticos y está continuamente mejorando sus competencias.

Mira el artículo original en este Link

El mundo actual es cada vez más incierto, complejo e hiperconectado y los estímulos que recibimos diariamente crecen también en volumen y complejidad.

Nuestro día a día está lleno de estímulos que recibimos de las personas con quienes nos relacionamos presencial o virtualmente, de los acontecimientos a nuestro alrededor que atraen o requieren de nuestra atención de forma más pasiva o activa, de la cantidad y diversidad de información, de elementos distractores que existentes en las redes sociales, en la televisión y en la internet.

Los impulsos recibidos generan comportamientos, los cuáles no siempre son los que más nos convienen, pues no sirven ni a los resultados que buscamos, ni a nuestro bienestar.

¿Que son entonces los detonantes?

Los detonantes son así cualquier estímulo que pueda afectar nuestro comportamiento, independientemente del origen o forma del estímulo.

Los detonantes pueden ser directos o indirectos, externos o internos, conscientes o inconscientes, anticipados o inesperados, alentadores o desalentadores, productivos o contraproducentes.

Entre el impulso y el comportamiento buscamos desarrollar la autoconsciencia acerca de cómo esos estímulos nos impactan para hacer una elección más consciente de nuestros comportamientos, de acuerdo con lo que más nos sirve a nivel de nuestros objetivos y/o bienestar.

Como nos dice Victor E. Frankl “cuando no somos capaces de cambiar una situación, somos desafiados a cambiarnos a nosotros mismos”.

En un proceso de coaching, ya sea ejecutivo, profesional o personal, el coach que trabaje estas herramientas puede apoyar a su cliente o coachee en el proceso de toma de consciencia, para identificar de forma explícita sus principales detonantes y cómo estos están impactando sus comportamientos.

Tasha Eurich en sus investigaciones nos dice que 95% de las personas consideran que son autoconscientes, pero que el número real es del 12% a 15%.

El coach ayuda a despertar la conciencia, facilitando la comprensión y el aprendizaje del cliente mediante el uso de diferentes metodologías de su caja de herramientas.

Marshall Goldsmith es uno de los autores que trabaja el tema de los detonantes en su metodología de cambio de comportamientos de los lideres y del cambio de percepciones de los stakeholders sobre los comportamientos de los líderes. De su metodología destaco la clasificación de los detonantes en cuatro cuadrantes, en que los ejes son: “los quiero y no los quiero” y “los necesito y no los necesito”. Los detonadores que quiero y necesito me potencian, los que quiero y no necesito me distraen, los que no quiero y necesito los debo buscar, y los que no quiero ni necesito debo aislarlos.

El conocimiento o la autoconsciencia de nuestros detonantes no es suficiente para dejar de responder a ellos. Necesitamos apoyo para hacer cambios en nuestras conductas, aun si considero que éstas solo me afectan a mí. La generalidad de nosotros necesita tener una estructura, establecer reglas, implementar una rutina en un proceso continuo de cambio y de adecuación de los comportamientos que más nos sirven en cada momento. Por ejemplo, para mejorar nuestra forma física, no basta conocer los estímulos que me llevan en una dirección diferente y tener conciencia de la necesidad de hacer ejercicios. Hay que desarrollar estrategias para lograr establecer una nueva rutina, asociarla a otra actividad, crear un espacio dedicado en la agenda semanal, prever recompensas en el proceso y reclutar apoyo de un amigo o de un entrenador.

La humildad y el coraje nos apoya en el proceso de autoconsciencia y compromiso, la disciplina apoya en la implementación de acciones, en lograr cambios más constantes en nuestros comportamientos

El coach en su proceso incentiva su cliente a la implementación de acciones, a la evaluación de los resultados de las acciones, a la definición e implementación de estrategias de éxito, acompañando el cliente en su proceso de avance en dirección a sus objetivos y a su bienestar. El coaching es así un proceso de aprendizaje y crecimiento, que facilita la autoconciencia y el crecimiento del Cliente en el proceso de transformar el conocimiento y los aprendizajes en acciones, promoviendo la autonomía del coachee en el proceso.

Fátima Ribeiro

La autora es es ACC (ICF Associated Certified Coach), Coach en procesos de desarrollo profesional, liderazgo y equipos y miembro de la Directiva de ICF Panamá. El artículo fue publicado originalmente en la columna de ICF Capítulo Panamá en el periódico “La Estrella”.

Un día con Marshall Goldsmith

El viernes 10 de mayo viajé a San Diego, California, para un sábado lleno de aprendizajes con Marshall Goldsmith, autor de varios best sellers a nivel mundial, considerado como Coach Ejecutivo #1 del mundo y entre los diez mejores Business Thinkers en los últimos ocho años.

La invitación para participar de un grupo de 22 excelentes profesionales de varios países me llegó unos días antes y me llenó de entusiasmo tener la oportunidad de trabajar directamente con una persona a quien admiro profundamente.

El programa, que incluyó un workshop, un entrenamiento de competencias y una recepción en la casa de Marshall Goldsmith, superó mis expectativas.

Una co-creación de aprendizajes sobre el liderazgo del futuro; el feedforward como herramienta fundamental para implementar cambios comportamentales, reconocidos por las personas a nuestro alrededor; mejores prácticas de coaching ejecutivo y un espacio especial dedicado al liderazgo femenino.

El ambiente y la energía fueron extraordinarios, en una sintonía de aprendizaje y de compartir experiencias. Una grande generosidad de Marshall Goldsmith, de su equipo, su esposa y de todos los participantes.

El workshop se filmó y será integrado al documental que se está produciendo sobre el trabajo y legado de Marshall Goldsmith, el cual estará disponible en el transcurso del año 2020.

Ser mejor persona y mejor profesional es un aprendizaje constante. En este proceso de crecimiento nos podemos preguntar, diaria o semanalmente:

¿Hice mi mejor en?

  • Tener objectivos claros
  • Trabajar para obtener mis objetivos
  • Ser feliz
  • Encontrar significado
  • Construir relaciones positivas
  • Estar plenamente comprometido

“Life is Good”.

Un abrazo,

Fátima Ribeiro

 

Mira también mi artículo el Liderazgo del Futuro

Carreras internacionales, los desafíos de una integración exitosa

En un mundo cada vez más global, las mejores oportunidades profesionales están muchas veces fuera de nuestra zona de confort. Fuera de nuestro país, eventualmente fuera de nuestro continente, en idiomas que ni siempre dominamos y en contexto culturales diferentes.

Cambiar de país e integrarnos a una realidad sociocultural diferente trae muchos retos, pero también muchas oportunidades de crecimiento y desarrollo de nuestras habilidades y competencias.

Desafíos para el profesional o ejecutivo, pero también para su familia y para la integración profesional de su compañero, cuando este desea permanecer activo en un contexto profesional.

Muchas empresas, principalmente las multinacionales, tienen programas que apoyan la integración cultural y profesional del expatriado, pero también la de sus compañeros, con programas de mentoría y coaching.

Estos programas son excelentes y aportan a una integración más rápida y exitosa para todos los miembros de la familia.

Pueden tener varios contextos, aquí los más comunes:

  • Integración cultural
  • Integración profesional en una organización
  • Desarrollo de un proyecto de emprendimiento
  • Voluntariado activo

Por solicitud de organizaciones o personas individuales, he trabajado con expatriados o sus compañeros para que su integración social y profesional en Panamá sea exitosa y contribuya positivamente a su bienestar personal y profesional y al bienestar familiar.

Los procesos de cambio proporcionan una excelente oportunidad de reflexionar sobre nuestro propósito, en conectar con nuestra esencia y nuestros deseos más profundos, en desarrollar las visiones que queremos para nuestra vida, en un “yo positivo y en acción”. Con estas visiones se generan posibilidades a través de un proceso de brainstorming que apoya en la creación de un plan de acción personalizado.

Es una reflexión integrada con las varias dimensiones del ser humano, que libera el corazón y la mente en un proceso creativo y potenciador.

Los programas de integración o desarrollo profesional se adaptan a las necesidades de cada cliente, generando espacios para reflexionar sobre creencias, marca personal, construcción de redes de apoyo y oportunidades de networking, que se integran a un rediseño profesional o de carrera.

Las herramientas se integran al plan de acción de acuerdo a los objetivos, en un análisis de contexto, con la incorporación de mejores prácticas en la creación y comunicación del valor a través de CV, redes sociales, entre otros.

De sesión en sesión, los clientes integran sus aprendizajes, construyen estrategias de éxito, reconocen sus logros y se empoderan de sus objetivos y visiones.

Como Coach Profesional facilito procesos y utilizo herramientas de acuerdo con los objetivos del proceso de cada cliente y adaptadas a los objetivos definidos en cada sesión.

Mi experiencia personal como compañera de expatriado, que creció e integró aprendizajes en un nuevo país, como esposa y madre, como profesional en organizaciones locales, como miembro de asociaciones gremiales y como emprendedora que desarrolla su propio negocio, apoya en establecer confianza y crear conjuntamente.

No nos definen las circunstancias o los desafíos, nos definen nuestras respuestas y nuestras acciones, en un proceso de aprendizaje continuo.

Fátima Ribeiro

 

Si te identificas o si consideras que tu organización puede desarrollar programas de coaching de apoyo a la integración de colaboradores expatriados y sus compañeros, encuentra mis aquí contactos aquí.

Compartiendo las mejores prácticas sobre la formación de líderes

Gracias a ALIAT – Asociación Latinoamericana para la Innovación en el Aprendizaje y desarrollo del Talento por la organización del Learning Workshop “Compartiendo las mejores prácticas sobre la formación de líderes” con esta interesante Metodología Fishbowl.

Un excelente compartir de experiencias y aprendizajes acompañada de excelentes profesionales.

ALIAT representa un marco en mi trayectoria como Coach y es con inmenso gusto que colaboro en sus actividades. Fue en el inicio de la asociación en el 2016, en una de sus primera reuniones mensuales, que conocí a la representante de INCAE Business School en Panamá, que me presentó los programas de capacitación ejecutiva de INCAE, escuela en que completé mi primera certificación de Coaching Ejecutivo en Diciembre de 2016.

 

El mapa del cambio

Empezamos cada año con el propósito de implementar cambios en nuestras vidas, pero en la mayoría de los casos, por falta de un verdadero plan, nuestras intenciones se van desvaneciendo en el transcurso de las primeras semanas del inicio del año.

El establecer un mapa de cambio, con sus objetivos y plan de acción, implementar el plan de acción, monitorear los avances, evaluar el progreso, introducir modificaciones si es necesario y celebrar los éxitos alcanzados es, en general, difícil de implementar de forma individual y autónoma.

El apoyo de un Coach profesional, debidamente capacitado y certificado, cuyo objetivo es facilitar el cambio pretendido por el Coachee, apoya de forma importante el proceso de cambio.

Para la definición de los objetivos del proceso de coaching es importante identificar el nivel de bienestar y desempeño en que el Coachee se encuentra, siendo la matriz de performance y bienestar desarrollada por Anthony M. Grant una muy buena herramienta.

Diferentes combinaciones de niveles de bienestar y desempeño requieren diferentes estrategias y estilos de coaching. Un cliente con un bajo nivel de bienestar y un alto desempeño requiere diferentes estrategias en comparación por ejemplo con un cliente con un alto nivel de bienestar y alto desempeño.

El proceso de coaching enfocado a soluciones, con preguntas del cómo, es más efectivo que el enfocado en problemas, con preguntas del porqué.

Una mentalidad enfocada en soluciones tiene una correlación positiva con los niveles de bienestar, de autorregulación y de resiliencia.

Un proceso enfocado en soluciones, en alianza con una relación de coaching positiva y basada en la confianza entre el Coach y el Coachee, tiene un efecto multiplicador en los resultados del proceso de coaching.

El proceso es mucho más efectivo dependiendo del nivel de autoconocimiento y autoconciencia desarrollado por el Coachee.

El proceso de autorreflexión más efectivo es el enfocado al futuro, en encontrar soluciones. La reflexión enfocada en el pasado es una reflexión enfocada en problemas no en soluciones.

La autorreflexión enfocada en soluciones apoya el monitoreo del plan de acción y la autoconsciencia apoya en la evaluación del desempeño y bienestar y en el reconocimiento de los logros. Si es necesario, y para una mayor alienación a cada momento entre las acciones y los objetivos, el Coachee puede implementar cambios en su plan de acción.

Los objetivos establecidos en el proceso de coaching, no se agotan en objetivos definidos de forma SMART (específicos, mensurables, alcanzables, realistas y definidos en el tiempo), pueden también ser objetivos de aprendizaje y de desarrollo, manteniendo el enfoque positivo, en soluciones que se traduzcan en acciones.

En mis procesos de coaching terminamos cada sesión con el reconocimiento y la celebración de los aprendizajes de la sesión. Los aprendizajes se integran a un plan de acción, cuyas acciones sean cónsonas con las soluciones identificadas en la sesión y con los objetivos definidos por el Coachee.

Un proceso de coaching enfocado en soluciones y alineado con el bienestar se traduce en mayor efectividad.

Fátima Ribeiro, Associate Certified Coach (ACC) by ICF

 

El artículo se redactó basado en mi interpretación de la presentación en ICF Advance, “Success factors in the coach-coachee relationship and the role of self-reflection and self-insight in Coaching” de Anthony M. Grant, Ph.D., reconocido investigador y autor en Psicología del Coaching.

¿Eres mujer? Desarrolla tu potencial de liderazgo

El liderazgo femenino

En mi artículo “El liderazgo femenino en Panamá” describo brevemente las conclusiones de un estudio desarrollado en Panamá sobre “La mujer en la gestión empresarial: cobrando impulso en Panamá”.

Entre las medidas dirigidas para superar los dilemas y contradicciones internas que enfrentan las mujeres al momento de alcanzar puestos de responsabilidad, el estudio identifica los programas de mentoring, el coaching y los planes de desarrollo de la carrera.

El coaching apoya a identificar creencias que pueden limitar el crecimiento profesional y de liderazgo de la mujer, y a romper con los hábitos que retienen el progreso en su trayectoria profesional, como un ascenso, una negociación exitosa de su salario o un cambio profesional.

Los 12 hábitos que te detienen…

En mis procesos de coaching utilizo, entre otras herramientas, los 12 hábitos identificados en el libro “How Women Rise” de Sally Helgensen y Marshall Goldsmith:

  1. Reluctancia para reclamar los logros
  2. Esperar que otros noten espontáneamente y recompensen sus contribuciones
  3. Sobrevaloración de la experiencia
  4. Solo construir en lugar de construir y apalancar las relaciones
  5. No alistar aliados desde el primer día (aliados, mentores y patrocinadores).
  6. Poner su trabajo antes de su carrera
  7. La trampa de la perfección
  8. El deseo de complacer
  9. Minimización
  10. Demasiado
  11. Rumiando
  12. Dejar que tu radar te distraiga

Estos hábitos aparecen muchas veces en conjunto. Por ejemplo, el hábito (1) Reluctancia para reclamar los logros aparece muchas veces acompañado del hábito (2) Esperar que otros noten o elogien espontáneamente y recompensen sus contribuciones.

Otros que pueden encontrarse en conjunto son los hábitos (3) Sobrevaloración de la experiencia y (6) Poner su trabajo antes de su carrera y el hábito (7) La trampa de la perfección.

Plan de acción

Si detectas en ti algunos de estos comportamientos o hábitos, la sugerencia es que establezcas un plan estratégico para implementar cambios.

Aliña tus objetivos, con tu propósito, empieza por uno, máximo dos hábitos, los cuales fragmentas en pequeños hábitos o rutinas, sé específica y concisa en tus acciones y define un tiempo límite para implementarlos.

Recluta ayuda profesional como un coach o de alguien comprometido con tu desarrollo y que también quiera implementar cambios y establece un “coaching de pares”, promociona tus objectivos, pide feedback, escucha, agradece e implementa cambios en el transcurso de tu plan de acción.

En un proceso de coaching se trabaja de forma integrada propósito, objectivos, realidad objetiva y subjetiva, visiones y opciones y se implementa un plan de acción.  En el plan de acción se estimula la implementación de acciones, acompañadas por el desarrollo de relaciones y de retroalimentación, que permita implementar los cambios deseados midiendo su eficacia.

Nuestras creencias condicionan nuestra resistencia al cambio, nuestras respuestas ayudan a dar forma a nuestras circunstancias y nuestros comportamientos dan forma a cómo nos responden los demás.

Las organizaciones pueden implementar procesos de coaching que apoyen el desarrollo del liderazgo femenino, o las mujeres profesionales pueden optar por contratar de forma individual un proceso que contribuya a su desarrollo profesional.

Referencias: Libro “How Women Rise”, break the 12 habits holding you back from your next raise, promotion or job, Sally Helgesen y Marshall Goldsmith.