El mapa del cambio

Empezamos cada año con el propósito de implementar cambios en nuestras vidas, pero en la mayoría de los casos, por falta de un verdadero plan, nuestras intenciones se van desvaneciendo en el transcurso de las primeras semanas del inicio del año.

El establecer un mapa de cambio, con sus objetivos y plan de acción, implementar el plan de acción, monitorear los avances, evaluar el progreso, introducir modificaciones si es necesario y celebrar los éxitos alcanzados es, en general, difícil de implementar de forma individual y autónoma.

El apoyo de un Coach profesional, debidamente capacitado y certificado, cuyo objetivo es facilitar el cambio pretendido por el Coachee, apoya de forma importante el proceso de cambio.

Para la definición de los objetivos del proceso de coaching es importante identificar el nivel de bienestar y desempeño en que el Coachee se encuentra, siendo la matriz de performance y bienestar desarrollada por Anthony M. Grant una muy buena herramienta.

Diferentes combinaciones de niveles de bienestar y desempeño requieren diferentes estrategias y estilos de coaching. Un cliente con un bajo nivel de bienestar y un alto desempeño requiere diferentes estrategias en comparación por ejemplo con un cliente con un alto nivel de bienestar y alto desempeño.

El proceso de coaching enfocado a soluciones, con preguntas del cómo, es más efectivo que el enfocado en problemas, con preguntas del porqué.

Una mentalidad enfocada en soluciones tiene una correlación positiva con los niveles de bienestar, de autorregulación y de resiliencia.

Un proceso enfocado en soluciones, en alianza con una relación de coaching positiva y basada en la confianza entre el Coach y el Coachee, tiene un efecto multiplicador en los resultados del proceso de coaching.

El proceso es mucho más efectivo dependiendo del nivel de autoconocimiento y autoconciencia desarrollado por el Coachee.

El proceso de autorreflexión más efectivo es el enfocado al futuro, en encontrar soluciones. La reflexión enfocada en el pasado es una reflexión enfocada en problemas no en soluciones.

La autorreflexión enfocada en soluciones apoya el monitoreo del plan de acción y la autoconsciencia apoya en la evaluación del desempeño y bienestar y en el reconocimiento de los logros. Si es necesario, y para una mayor alienación a cada momento entre las acciones y los objetivos, el Coachee puede implementar cambios en su plan de acción.

Los objetivos establecidos en el proceso de coaching, no se agotan en objetivos definidos de forma SMART (específicos, mensurables, alcanzables, realistas y definidos en el tiempo), pueden también ser objetivos de aprendizaje y de desarrollo, manteniendo el enfoque positivo, en soluciones que se traduzcan en acciones.

En mis procesos de coaching terminamos cada sesión con el reconocimiento y la celebración de los aprendizajes de la sesión. Los aprendizajes se integran a un plan de acción, cuyas acciones sean cónsonas con las soluciones identificadas en la sesión y con los objetivos definidos por el Coachee.

Un proceso de coaching enfocado en soluciones y alineado con el bienestar se traduce en mayor efectividad.

Fátima Ribeiro, Associate Certified Coach (ACC) by ICF

 

El artículo se redactó basado en mi interpretación de la presentación en ICF Advance, “Success factors in the coach-coachee relationship and the role of self-reflection and self-insight in Coaching” de Anthony M. Grant, Ph.D., reconocido investigador y autor en Psicología del Coaching.